Si vives en Ciudad de México y solo tienes libres los fines de semana, una excelente alternativa para salir de la rutina de la capital es la que ofrece la ruta turística Pueblos Mágicos de México. Lo mejor de todo, es que muchos de los pintorescos pueblos que forman parte de esta ruta se encuentran a menos de dos horas de la ciudad, lo cual resulta perfecto para un pequeño viaje de uno o dos días. A continuación te decimos en dónde están y cuáles son sus principales atractivos turísticos.
Fuente: Foto: Plaza central de Real del Monte por Kiev M.
Real del Monte
Real del Monte es un pequeño pueblo minero enclavado en el Corredor de la Montaña perteneciente al estado de Hidalgo. El encanto de este pueblo esta en su arquitectura británica, sí, leíste bien, británica, y es que durante muchos años, Real del Monte fue ocupado por una compañía minera inglesa que trajo a sus propios trabajadores desde el viejo continente, fundando así una pequeña colonia británica que le imprimió su propio sello al lugar.
Hoy en día, las minas de Real del Monte ya no se explotan, pero se han convertido en atractivos turísticos que pueden visitarse a través de visitas guiadas. Otro imperdible de Real del Monte es su gastronomía, en la que destacan los famosos pastes ingleses y otras delicias como la barbacoa y el pulque.
Huasca de Ocampo
Huasca de Ocampo también es parte del Corredor de la Montaña y fue el primer pueblo en ser incluido dentro de la ruta Pueblos Mágicos, y no es para menos, ya que si se trata de magia, Huasca la tiene y de sobra, tan solo basta escuchar las múltiples historias y leyendas de duendes que, según los pobladores, habitan en los bosques y de la zona. Huasca también cuenta con una gran cantidad de atractivos históricos y naturales como los famosos Prismas Basálticos, enlistados entre las maravillas naturales de México.
En las inmediaciones de Huasca también podrás visitar hermosas haciendas coloniales que pertenecieron a algunos de los hombres más ricos del mundo siglos atrás, y podrás caminar a través de hermosos senderos boscosos que conducen a lagos azules y cascadas.
Tepotzotlán
Tepotzotlán se encuentra en el Estado de México y es considerado un sitio de gran importancia histórica y cultural, ya que formó parte de la famosa Ruta de la Plata durante la época colonial. El principal atractivo de este pueblo mágico es sin duda el complejo conventual que ocupo el Ex Colegio Jesuita de San Francisco Javier en 1521. Dentro de este monasterio se encuentra el Museo Nacional del Virreinato, el cual atesora una de las colecciones más importantes de arte sacro en América. Y para cerrar con broche de oro la visita a Tepotzotlán, no puedes dejar de probar su deliciosa gastronomía regional en los restaurantes de su plaza central.
Malinalco
Malinalco es otra de las joyas del Estado de México. Este pueblo de origen prehispánico ofrece a los visitantes lugares impresionantes por conocer, entre los que se encuentra una impresionante zona arqueológica situada en la cima del llamado Cerro de los Ídolos, donde los aztecas solían formar y graduar a sus guerreros de élite en un impresionante templo labrado en la misma roca de la montaña. Otros sitios que son puntos de visita obligada son los murales del Convento Agustino del Divino Salvador, pintados hace más de tres siglos por los frailes agustinos, y el Museo Vivo.
Tlayacapan
El pueblo de Tlayacapan se encuentra en el estado de Morelos y forma parte de la Ruta de los Monasterios alrededor del volcán Popocatépetl. Como si se hubiera detenido en el tiempo, Tlayacapan parece conservar la atmósfera de hace cinco siglos, con calles y casas de cantera, ermitas y conventos que son mudos testigos de su historia.
Para disfrutar de Tlayacapan lo mejor es olvidarse del auto y perderse caminando entre sus callejones; absorber los aromas, colores y sabores de sus tianguis y mercados; enamorarse de sus puestos de cerámica y, sobre todo, explorar los pasillos de su imponente convento donde se exhibe una colección de momias halladas bajo el altar de la iglesia así como armas del gran Emiliano Zapata, oriundo de estas tierras.