Una de las peores pesadillas relacionadas con los servicios bancarios es sin duda cuando el cajero automático no nos devuelve la tarjeta o simplemente no nos da la suma de dinero que solicitamos. En estas situaciones, pasar de la angustia al enojo es cuestión de segundos, pero con ellos no solucionaremos nada, lo mejor es mantener la calma y seguir los siguientes consejos.
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Llama de inmediato a tu banco y no aceptes ayuda de desconocidos
En caso de que el cajero retenga tu tarjeta comunícate de inmediato con la línea de atención al cliente de tu banco, no importa si el cajero es de otro banco. Infórmales la situación y sigue los pasos que te indiquen. Eso sí, por ningún motivo aceptes la ayuda de desconocidos, ya que no sabes si la situación fue provocada por ellos para que les reveles tus datos bancarios; recuerda que entre la confusión y los nervios, puedes ser presa fácil de los delincuentes.
En todo caso, deberán cancelarte la tarjeta retenida y deberás estar al pendiente de que no se te hayan hecho cargos indebidos en tu cuenta durante las horas siguientes al incidente.
Qué hacer cuando el cajero no te da el dinero que solicitaste
Si el cajero está junto al banco, recoge tu tarjeta y dirigirte inmediatamente a un ejecutivo para que te ayude a solucionar el problema. En caso de que el banco esté cerrado, busca en el reverso de tu tarjeta el número de atención telefónica y reporta el incidente. El reembolso en tu cuenta tarda en promedio 24 hrs, pero si el banco aún así se niega a reintegrar la suma que no expidió el cajero, debes acudir a la Condusef para levantar una queja. También procura cambiar tu NIP en cuanto te sea posible.
Imprime tu comprobante
Si el cajero no te da el dinero solicitado, intenta imprimir el comprobante de la operación para que, en caso de ser necesario, presentes la prueba física de la transacción en el banco. Recuerda que deberás contar con una identificación oficial al realizar la reclamación directamente en la sucursal.
Recomendaciones para evitar problemas en los cajeros
Verifica la ranura lectora del cajero: Como más vale prevenir que lamentar, antes de introducir tu tarjeta verifica que la ranura no presenta bordes extraños o algún mecanismo que notes inusual en el perímetro de la ranura ya que podría tratarse de un escáner para clonar tu tarjeta. Si la sospecha te asalta no introduzcas la tarjeta y repórtalo al banco.
Evita los cajeros solitarios: Al no estar lo suficientemente vigilados pueden ser más vulnerables ante los ataques de los defraudadores. También es recomendable que evites los cajeros de otras sucursales bancarias con los que no estés familiarizado, ya que la mala operación de los mismo puede hacer que tu tarjeta se quede trabada.
Opera el cajero con prudencia: Las prisas o la impaciencia hacen que al no obtener respuesta del cajero después de unos segundos de espera, comencemos a presionar distintos botones sobre la pantalla o el teclado para hacerlo funcionar.
Hay que tener en cuenta que algunos cajeros automáticos pueden ser viejos o demasiado lentos y eso provoca que tarden más en ejecutar las instrucciones que les damos. Tal como sucede con una computadora, si saturamos el software con instrucciones, puede colapsar el sistema y dejarlo pasmado, dando como consecuencia la retención de la tarjeta. Cada vez que teclees tu NIP o cualquier otro dato espera a que el cajero te de respuesta antes de iniciar con otra operación.
